En él, las cajas lumínicas enmarcaron la presencia de su reina, Olivia Chretien. Además, el carruaje ofreció una experiencia visual única, enriquecida con pantallas de LED
En él, las cajas lumínicas enmarcaron la presencia de su reina, Olivia Chretien. Además, el carruaje ofreció una experiencia visual única, enriquecida con pantallas de LED
En la noche del viernes, durante la Vía Blanca, el carro se bañó de luces que potenciaron su presencia escénica.
Entanto, en la mañana del sábado, la pintura y las ilustraciones tomaron el protagonismo.
De esta manera, gracias al doble impacto visual, el diseño pudo ser apreciado tanto en horario nocturno como diurno.
Así, se aseguró una propuesta festiva y estética, que se mantuvo coherente y atractiva en todo momento.
Igualmente, el equipo técnico de la Dirección de Cultura de la Municipalidad, encabezado por Lito Cortés, fue el encargado de construir la escenografía del carro vendimial.
La misma se basó en la técnica tradicional para la elaboración del sistema de cajas lumínicas. Con una base madera de chapadur, bastidores que sostienen el diseño y costillas de chapur que perfilan las ilustraciones.
Más tarde se aplica pintura de lámparas y un sistema de cableado que controla los efectos lumínicos desde una consola.
La magia de este arte tan antiguo acompañó a las 9 reinas godoicruceñas. Olivia, Emilia Fernández, y la corte, recorrieron las calles de Mendoza en un vehículo muy especial.
Es que las cajas lumínicas se han convertido en un orgullo para los mendocinos. También es una marca registrada en la celebración que mejor representa las tradiciones.