Originario del barrio de Villa Pueyrredón y con la autogestión como bandera, Hugo Lobo reivindica al género ska y lo ha instalado en los oídos de millones de personas a nivel nacional e internacional. Trompetista, compositor, arreglador y productor, articuló una Big Band guiada por vientos, bautizada Dancing Mood, con la que fusionó el reggae y el ska jamaiquino, con el jazz de los años 40 y 50.
Con sus discos “Street Feeling” (2014); “Stay Rude” (2016), “Ska Is The Way” (EP-2017), “Neighborhood Rules” (2018), “En Vivo en Finisterre” (2019) y “Hugo Lobo & Friends” (2019) recorrió todo el país para establecer conexiones, buscar talentos y armar bandas de ocasión, exclusivamente con músicos locales. Desde Tierra del Fuego hasta Jujuy, destierra la idea de que existe una “centralización musical” en Buenos Aires.
Su obstinación y pasión por difundir el género lo llevó a transitar países como México, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua, Guatemala, Chile, Perú e Inglaterra. En este último, se posicionó en el escenario del “Ska London Festival”, el festival más importante del género a nivel mundial.
Música, talento y compromiso
En simultáneo con su productivo presente, una nueva frontera lo llevó a nuclear el “Ska Unity Argentina”, un festival en el que congrega a las más de cuarenta backing bands con las que compartió escenario alrededor del país, donde el objetivo principal es fomentar la calidad y gran cantidad de artistas en toda la región.
Participaron de sus ediciones referentes de la talla de Roddy Radiation (The Especials) e íconos como Ken Boothe y Bad Manners. Entre las personalidades de gran envergadura con los que tocó y grabó se encuentran: Rico Rodríguez, The Skatalites, Winston Francis, Pauline Black, Jerry Dammers, Lynval Golding, Roddy Radiation, Ken Boothe, Horace Andy, Dennis Bovell, Doreen Shaffer, Hepcat, Gaz Mayall, Georgia Ellis, Carroll Thompson, Janet Kay, Sandra Cross, Los Fabulosos Cadillacs, Todos Tus Muertos y Mimi Maura, entre otros.
Para Hugo Lobo no todo es una mera cuestión musical, sino también ideológica. Con un arraigado compromiso por el bienestar social, el inquieto artista se encuentra al frente de una orquesta infanto – juvenil llamada “Vamos Los Pibes”, que se presenta como alternativa para el desarrollo cultural e intelectual de niños y niñas en situación de vulnerabilidad.