El dibujante y escritor mendocino protagonizó una charla con su público en Espacio Arizu. Fotos
El dibujante y escritor mendocino protagonizó una charla con su público en Espacio Arizu. Fotos
En un ida y vuelta, con risas de por medio y la transparente curiosidad de los más chicos, el dibujante y escritor mendocino Chanti dio una entrevista abierta en el Espacio Arizu, de Godoy Cruz.
Allí, Santiago González Riga se sentó este miércoles en el living para charlar con su público en un ping pong dirigido por el periodista Javier Cusimano y un pequeño fan, Santino Bertola, de 11 años.
También estuvo presente el intendente Tadeo García Zalazar.
El historietista, en tanto, repasó su historia y contó curiosidades de su carrera, que tiene miles de seguidores en Mendoza y el país.
De hecho, la presentación fue en el marco de una mega exposición dedicada a su obra que se extenderá hasta el 21 de julio.
Hasta esa fecha, El Patio de Chanti, estará abierto de 14 a 18, y la entrada es gratuita.
En consecuencia, una experiencia para conocer en profundidad al hombre detrás de algunos de los personajes más seguidos por niñas y niños de Argentina.
Cuando yo era chiquito, mis hermanos en vez de decirme Santi, me decían Chanti, y quedó así el seudónimo.
Somos 8 hermanos y soy el del medio, pero bien del medio: el quinto. Siempre digo que ellos fueron el mejor taller de creatividad que tuve porque éramos muchos y varios hacían historietas.
Antes de saber escribir y leer, uno de mis hermanos me hacía los globitos de las mías.
Habré tenido cuatro, cinco años cuando hice la primera. Me gustaba mucho dibujar y contar historias y la historieta es eso. Contar una historia con dibujos.
Por eso, cuando empecé primer grado estaba feliz porque podía leer y escribir las mías.
En ese momento la educación era más rígida y la historieta no estaba bien vista, era resistida. Ahora, por suerte, es una aliada de la lectura.
Chanti destacó el apoyo de la reconocida escultora Eliana Molinelli en su juventud.
En el Colegio Universitario Central (CUC), donde fui, era una de las profesoras en un taller de arte que se daba los sábados y era sin nota.
Eliana daba vitró, pero me dijo que fuera con ella y que hiciera lo que me gustaba.
Me aconsejó sobre papeles, con qué herramientas podía dibujar. Fue un gran apoyo en ese momento.
A mi papá le gustan mucho las historietas y fue él quien las compraba.
La confianza la gané en mi casa, eso me dio fuerza para enfrentar todas las adversidades, porque no es fácil el camino de un historietista.
Y mi mamá fue la primera promotora que tuve. Cuando iban visitas a mi casa me decía “vení, mostrale a la visita lo que has hecho y yo iba y lo hacía”.
7. Su primera publicación
En la secundaria publiqué algunas colaboraciones en diarios y dos libritos gracias a un concurso que se hizo en Mendoza: uno se llama “Quién ha visto a mi esposa” y el otro “Ya tengo la flor”, que los hice con 16 y 17 años.
A los 21, hice mi primera publicación profesional. Fue en San Juan con Mate y Bombilla.
Mientras que repasó que “Dejaba carpetas por todos lados, golpeé muchas puertas. Así entré a la Fundación Vida Silvestre, a Billiken y algunas editoriales, como Colihue, con los cuentos de animales”.
8. La inspiración de Mayor y Menor
Mayor y Menor está basado en mis sobrinos. Siempre me divirtieron mucho los chicos, sus ocurrencias.
Quería hacer algo distinto sobre eso. No tenía que ser una nena porque ya estaba Mafalda (de Quino), o un nene porque estaba Matías, de Sendra. Y se me ocurrió hacer una historieta sobre la relación de hermanos.
Los nombres son los de mis sobrinos. Uno se llama Nacho, otro Tobi, Lola y otra que se llama Paloma.
Ellos no son hermanos entre sí. Saqué nombres de unos, la personalidad de otros, alguna anécdota de otro y así lo fui armando.
9. La afinidad con los animales argentinos
Cuando era chiquito, leía historietas que venían de afuera y veía películas con animales del hemisferio Norte, Estados Unidos, Europa, y le preguntaba a mi mamá si acá había osos, tigres, y me decía que no.
Pero cuando empecé a salir a la montaña vi que había cóndores, liebres, zorro, lagartijas. Me enteré que había pumas, chichillas, catitas, el hornero.
Ahí me di cuenta que nuestros animales no tenían suficiente promoción, no se conocían mucho. Por eso empecé a dibujar y hacer cuentos de animales argentinos.
También trabajé 11 años en la Fundación Vida Silvestre y ahí me di cuenta que había muchos que yo no conocía.
10. El consejo
Por otro lado, González Riga aconsejó a algunos de los chicos que manifestaron querer ser historietistas.
Solo que disfruten lo que están haciendo, empiecen a hacer sus personajes.
En general, si hay algo que les gusta mucho perseveren y busquen trabajar en eso. Es lo mejor que les puede pasar.
11. El presente y “La saga de los distintos”
Finalmente, el escritor contó que trabaja en “La saga de los distintos”.
Es una historieta larga, que trata de un mundo habitado por animales, donde los mamíferos no se conocen con los reptiles, las aves y los peces. Todos viven en continentes separados, pero viene una tormenta y mezcla un personaje en el continente de otro.
Habla un poco sobre sentirse distinto. El primero es Pez en el reino de los mamíferos; el segundo, Mamífero en el reino de los reptiles; el tercero, Reptil en el reino de las aves y el cuarto es Ave en el mundo de los peces.
Todos tienen una conexión y en cada uno se trata un tipo de discriminación.