Un viaje al corazón del patrimonio vitivinícola
En el marco de la jornada Historia y Patrimonio vitivinícola, el Espacio Arizu se convirtió en aula y punto de partida para explorar el pasado bodeguero del departamento.
Cabe destacar que, la actividad estuvo organizada junto a la Facultad de Educación de la UNCuyo y con puntaje de la DGE. Por lo tanto, estuvo a cargo de la Dra. Arq. Liliana Girini y la historiadora Mg. Fabiana Mastrangelo.
Así, durante la jornada, estudiantes y profesionales de distintas áreas participaron de una clase teórica. Además, realizaron un recorrido por la antigua Bodega Arizu y el casco histórico de la ciudad.
En esta ocasión, la propuesta incluyó como actividad integradora la presentación de un proyecto educativo, social o turístico vinculado al patrimonio vitivinícola.
Ciertamente, el objetivo fue promover el conocimiento y la valoración de la historia de la industria madre de Mendoza. Es que, se destacó el legado de bodegas emblemáticas como Arizu, Tomba, Filippini, Trapiche y la aún activa Escorihuela, fundada en 1884.
Memorias del sismo de 1985: voces que reconstruyen
El Espacio Arizu también fue sede de una emotiva convocatoria ciudadana. Es que, hubo un encuentro especial a 40 años del sismo, que marcó un antes y un después en la historia reciente del departamento.
En esta oportunidad, el Programa Memoria Viva y Participación Ciudadana de la Municipalidad, junto a la Junta de Estudios Históricos de Godoy Cruz, impulsó la recolección de testimonios orales, escritos y gráficos bajo el lema Memorias del Sismo.
Es importante resaltar que, los vecinos compartieron vivencias vinculadas al terremoto del 26 de enero de 1985. También, se tuvo en cuenta especialmente aquellas relacionadas con sitios emblemáticos. Tal es el caso del Hospital El Carmen, el Club Villa Hipódromo y el barrio Las Tablitas. Así, las imágenes del hospital dañado, las casas de adobe derrumbadas y las carpas en el ex Matadero se reactivaron como símbolos de una comunidad golpeada pero solidaria.
En síntesis, el proyecto busca visibilizar estas memorias colectivas, fomentar la prevención y fortalecer la cultura sísmica. “Aprender del pasado, escuchar las voces de quienes lo vivieron y saber cómo actuar en el presente puede salvar vidas”, remarcó Mastrangelo.