El Consejo Bromatológico Provincial llevó a cabo su reunión mensual en Godoy Cruz. El objetivo del mismo fue coordinar esfuerzos y enfrentar desafíos comunes en el ámbito de la seguridad alimentaria.
Este evento se destaca porque reúne a todas las áreas de bromatología de los distintos Municipios de la provincia, junto con el Departamento de Higiene de los Alimentos, dependiente del Ministerio de Salud. En tanto, la idea principal es tratar temas de interés relacionados con la seguridad y salubridad pública.
Daniel Rabino, jefe del departamento de Higiene de Alimentos de la provincia, destacó la importancia de estos encuentros para fomentar la colaboración entre los municipios . De tal manera que se pueda enfrentar problemas como por ejemplo la triquinosis y el síndrome urémico hemolítico.
Triquinosis: un tema de preocupación
Uno de los puntos destacados de la jornada fue la triquinosis, una enfermedad parasitaria que ha registrado varios casos en Mendoza. Asimismo, durante la reunión, se discutieron los casos detectados, los métodos de actuación, y los procedimientos adoptados para controlar y prevenir esta enfermedad.
Además, se discutieron estrategias de prevención y la necesidad de educar a la población sobre los riesgos y medidas preventivas.
En este tema particular, Rabino explicó que muchos de los casos de triquinosis están relacionados con faenas hogareñas clandestinas. Por lo tanto, complica la vigilancia y control de la calidad de los productos.
Unificación de criterios y normativas
Uno de los principales objetivos del Consejo es la unificación de criterios y normativas entre los municipios mendocinos.
Entonces, las reuniones mensuales permiten evaluar las normativas locales, identificar áreas de mejora y proponer soluciones. Así, se logra una mayor coherencia en la gestión de la salubridad pública.
En esta línea, la intención es que todos los municipios trabajen con procedimientos estandarizados. Y así asegurar una respuesta más eficaz y uniforme en cuestiones de seguridad alimentaria. «Esto incluye la revisión y potencial unificación de las normativas locales. Con esto, se evita discrepancias y se asegura una aplicación equitativa de las normas. Para ello, es crucial que todos los municipios actúen bajo parámetros similares», enfatizó Rabino.