Por Fabiana Mastrángelo, historiadora y presidente de la Junta de Estudios Históricos, filial Godoy Cruz
Los que transitamos por la avenida San Martín sabemos que, además de ser un eje estructural norte sur del área metropolitana, es un recorrido simbólico, afectivo e histórico de nuestra provincia.
Recuerdos y anécdotas afloran en el sentir de los transeúntes. En el tramo de Godoy Cruz que parte desde la calle Hipólito Yrigoyen hasta Rivadavia existen hitos arquitectónicos que forman parte de nuestro paisaje urbano y de nuestra memoria como las bodegas (Barraquero, Arizu, Escorihuela y Tomba), el Puente de hierro, casas de familias tradicionales (Arizu, Romero, Della Santa), comercios e industrias (fideos Bauzá).
El dueño solía construir su vivienda cerca de su industria como así también las casas y el club social de sus empleados (clubes Arizu, Tomba). Una mirada horizontal y humana impregnó a esa calle San Martín donde se establecieron una suerte de aldeas industriales. Empresarios comprometidos con su comunidad dieron una impronta social al devenir histórico.
Citamos algunos ejemplos, Escorihuela donó parte de los terrenos para la construcción del Hospital Español; Arizu presidió la Comisión para construir la neo-gótica Iglesia San Vicente Ferrer en la que también participaba Olaya Pescara de Tomba. Ésta, a su vez, creó en su casa un «comedor de los pobres» y, junto a su marido y otros vecinos, contribuyeron a la fundación del Hospital El Carmen.
La propuesta nacional de la generación del `80 (proyecto agro-exportador, promoción de la inmigración, construcción de ferrocarriles y obras públicas, etc.) impactó en diferentes ciudades argentinas.
En Godoy Cruz, testimonio de estas políticas son, entre otros aspectos, las antiguas bodegas fundadas por inmigrantes como Balbino Arizu, Miguel Escorihuela Gascón, Antonio Tomba, Luis Filippini. Asimismo, podemos disfrutar del tradicional edificio del Concejo Deliberante y de las primitivas instalaciones del ferrocarril, hoy transformadas en centros de recreación culturales y deportivos como el Espacio Verde Luis Menotti Pescarmona (ex Estación de Ferrocarril San Vicente), Parque Deportivo Estación Benegas y Museo Ferroviario (ex Estación de Ferrocarril Estación Gobernador Benegas).
Edificio de la ex Bodega Arizu: Monumento histórico nacional
La comunidad godoicruceña hace años que espera la puesta en valor del antiguo edificio de la bodega Arizu, ubicado en un punto neurálgico de la avenida San Martín. La Bodega dejó de funcionar en los primeros años de la década de 1980, sufrió el impacto del terremoto de 1985 – sobre todo en los muros de la calle Belgrano – y luego fue adquirida por una empresa privada para construir un centro comercial. La fuerte oposición de los vecinos y el decreto del Poder Ejecutivo Nacional número 339/99 que declaró Monumento Histórico Nacional a las instalaciones de la antigua Bodega Arizu, frenaron la iniciativa de sus propietarios.
Entre los fundamentos de la declaratoria nacional encontramos: «Ocupa más de una hectárea junto a la avenida San Martín, principal arteria de la ciudad de Mendoza. Es una obra de gran magnitud constituida por naves y anexos levantados en diferentes épocas y con diversas tecnologías, desde el adobe al hormigón armado.
Por ello es un testimonio único de la evolución de la arquitectura bodeguera en Mendoza. Su núcleo original data de 1890 y fue resuelto en estilo italianizante. En cambio, todas sus fachadas neocoloniales son el fruto de transformaciones realizadas en el período de auge, es decir, la década de 1930, por el arquitecto Raúl Álvarez, destacado representante de este estilo en la provincia de Mendoza.
Su factura es excelente y se conserva en muy buen estado. Aunque ha perdido el contexto de viñedos, testimonia el poder de los grandes establecimientos industriales para dinamizar y consolidar el desarrollo social de los núcleos urbanos.
A su alrededor se conserva una cantidad de edificios menores, construidos en las primeras décadas del siglo XX».
La expropiación: un modo de preservar nuestros bienes culturales
Durante más de 17 años se realizaron negociaciones entre la empresa propietaria, el municipio y la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos. Finalmente, el gobierno municipal tomó la decisión de expropiar el inmueble tal como ya lo hizo con la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos (Cristoforo Colombo) y el Cine Teatro Plaza.
Los vecinos de Godoy Cruz empiezan a creer en la refuncionalización de un edificio emblemático del departamento. La reciente ordenanza municipal de Godoy Cruz N° 6725/17 declara de interés municipal la expropiación de los inmuebles que pertenecieran a la Bodega Arizu y ubicados en las calles San Martín 1515, Manuel Belgrano 1285 y Presidente Alvear 130.
Este primer paso del Municipio se complementa con la acción del Senado de la provincia de Mendoza. El pasado 30 de octubre se presentó el proyecto de Ley (expediente N° 70248/17) con la intención de declarar de utilidad pública y sujeto a expropiación de esos inmuebles.
Unesco afirma: «El patrimonio cultural representa lo que tenemos derecho a heredar de nuestros predecesores y nuestra obligación de conservarlo a su vez para las generaciones futuras.
Las formas visibles de la cultura, monumentos, libros y obras de arte son tan preciosas que los pueblos tienen la responsabilidad de asegurar su protección». Por eso los ciudadanos tenemos derecho a heredar y obligación de conservar los sitios emblemáticos.
El Municipio puso en práctica este derecho patrimonial a través de la actual iniciativa. Los que nos dedicamos a investigar y preservar el pasado godoicruceño vemos con agrado que uno de los destinos del inmueble sea un museo del vino, según leímos en la citada ordenanza y en el proyecto de Ley del Senado.
Muy necesario no sólo para esa bodega, su contexto y el departamento sino para Mendoza por su historia vitivinícola y su actualidad como capital internacional del vino. Asimismo, sería bueno incluir un espacio testimonial para exponer imágenes, textos, objetos y colecciones de la historia de la ciudad de Godoy Cruz y el eje neurálgico de la avenida San Martín.
La ciudad es el hábitat donde el individuo aprende con y de las diferentes políticas municipales, de las organizaciones de la sociedad civil, de la memoria viva y de las diferentes generaciones que la habitan.
Desde este concepto la ciudad se presenta como una construcción de urbanidad y transmisión de identidad (siempre dinámica y vital). El sentido de pertenencia de los habitantes con su comunidad es un desafío y una meta para una ciudad educadora como Godoy Cruz.